Summer Edition 1/5: Cinco títulos de crédito
El verano pone en primera persona la “need” que asignamos a muchas de nuestras marcas: unwind. Hacemos un Kitkat durante unas semanas (a lo que todos aspiramos: nuestro producto dando nombre a un momento de consumo) desconectamos de todo y, si eres miembro de The Catch, aprovechas para recargar la batería inspiracional.
Aquí tienes The Catch: Summer Edition, una serie de cinco entradas en las que te recomendaremos todo tipo de contenidos para que alimentes tu curiosidad durante el verano
¿Por qué los títulos de crédito?
Si pensamos en el cartel de la película como el pack primario, los títulos de crédito son el unboxing del producto. Ya lo has comprado y esta pieza, si está bien hecha, te presenta el mood, el tono y el punto de vista de la película. Puede que haga avanzar o amplificar la trama, o que sorprenda por ser un puro ejercicio de diseño audiovisual usando todo tipo de técnicas.
Sea como sea, su rol como herramienta clave en la construcción de la propuesta suele ser minusvalorado, igual que pasa con el unboxing y el inicio de la relación con objeto o servicio. ¿Quién no se ha encontrado objetos preciosos con etiquetas del fabricante enganchadas que no se despegan de forma limpia?
Aquí van cinco ejemplos memorables de títulos de crédito que marcaron un hito en la disciplina y pueden inspirarnos cuando consideremos el rol estratégico que tiene la experiencia con el producto una vez el consumidor lo ha adquirido y antes que empiece a usarlo.
- Psicosis, Saul Bass (https://www.youtube.com/watch?v=aj6aBuC1Lb8) 1960
- Fahrenheit 451 (Probablemente Syd Cain -Production designer- y Nicholas Roeg -DP- 1966 (https://www.youtube.com/watch?v=akR0dkv0Rlk)
- Alien, Richard Alan Greenberg, 1979 (https://www.youtube.com/watch?v=7BYzzast0jw)
- Mujeres al borde de un ataque de nervios (Juan Gatti), 1988 (https://www.youtube.com/watch?v=AaU8jkCSDY8)
- Se7en, Kyle Cooper, Imaginary Forces, 1995 (https://www.youtube.com/watch?v=DmYulYCXi6E)
¿En qué nos fijamos?
Además de disfrutar con estas maravillas del “visual storytelling” de la mano de algunos de los mejores creadores de la historia, es interesante fijarnos en:
- Tipografía: el uso de tipografías de palo seco (Psicósis, Alien) demuestran una aparente funcionalidad que sorprende por la forma en la que aparece y su relación con la música. Fahrenheit 451 altera los códigos de forma magistral al eliminar los textos en una sincronía absoluta con la trama.
- Recursos gráficos: El collage de los créditos de Almodóvar y Gatti expresa mucho más que el origen concreto y el estado de ánimo de la película. Nos transporta al universo visual del creador, con referencias que arquetipan a la mujer de una forma concreta que la película se encargará de subvertir.
- “Mood Setting”: No quiero ni pensar la de horas que llevó crear las secuencias que componen los créditos de Se7en. Además de usar fotogramas que aparecerán en la película, Cooper usa los créditos como bienvenida a la mente del villano de la película de forma minuciosa, replicando los delirios, repeticiones e incluso los choques sinápticos que aventuran el viaje terrorífico que propone el film de Fincher.
